El pasado 3 de septiembre de 2025, con un imponente desfile militar en China, convocado por Xi Jinping en Pekín para conmemorar el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Acompañado por Vladimir Putin y Kim Jong-un, el mandatario chino mostró la nueva fuerza del polo asiático frente al mundo. La exhibición no fue sólo una conmemoración histórica, sino un mensaje claro dirigido a Estados Unidos de América y sus aliados sobre un cambio en el equilibrio político mundial. En esta nota para Viceversa.News, exploramos el simbolismo, el contexto geopolítico y las implicaciones estratégicas del evento, dentro de nuestro enfoque en noticias internacionales en viceversa, que conecta el mundo con narrativas profundas.

El desfile militar en China: símbolo de poder y tecnología militar
La Plaza de Tiananmén fue escenario de una ceremonia ordenada y visualmente imponente. Desfilaron miles de tropas, tanques, aviones, misiles hipersónicos, sistemas antidrón y drones submarinos, formando parte de la llamada “tríada nuclear” —capacidades terrestres, aéreas y navales de proyección nuclear—. Además se desplegaron armas emergentes como misiles y aviones de quinta generación como los J-20 y J-35A, junto a lanzadores estratégicos y cazas de combate avanzados, presentados por primera vez públicamente.
Un mensaje político: Xi, Putin y Kim unidos
La presencia conjunta de Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong-un simbolizó más que camaradería: fue una declaración de intenciones geopolíticas. Según The Guardian, la imagen interpretada como “coreografiada” resume una reconfiguración del equilibrio global de poder. Este trío, junto a líderes de Irán, Myanmar, Cuba y otros, reforzó la narrativa de China como cabeza del emergente bloque asiático frente a Occidente.
El polo asiático frente a EEUU: rivalidad y oportunidades
Este despliegue representa una respuesta estratégica al creciente desafío que la alianza Xi–Putin–Kim representa para Estados Unidos de América. The Times of India destacó que el acto fue “una señal de desafío a Occidente” con pronunciamentos que apaciguan preocupaciones de potencias como India.

Trump, crítico severo, respondió con sarcasmo y un mensaje en redes: “Muchos estadounidenses murieron por la victoria de China. Den mis saludos a Xi, Putin y Kim, mientras conspiran contra USA”. El editorial de The Guardian advierte no sobredimensionar la amenaza, pero insiste en la urgencia de entender las rupturas estratégicas provocadas por la política errática de EE. UU., especialmente bajo Trump.
Propaganda, historia y legitimidad interna
A un nivel simbólico, el desfile reivindicó el papel de la guerra contra Japón en la identidad nacional, encadenando pasado y presente bajo la narrativa del Partido Comunista chino. Xi, con estética maoísta, pronunció un contundente discurso: “Hoy la humanidad debe elegir entre paz o guerra, diálogo o confrontación.” Consiguió reforzar el sentimiento de orgullo nacional y el mandato legitimador del PCCh.
Significado geoestratégico y el triángulo CRINK
El evento visibiliza la alianza “CRINK” (China–Rusia–Irán–Corea del Norte), que representa una coalición anti-hegemonía occidental emergente, una concatenación estratégica de potencias autoritarias con visiones compartidas para fragmentar el dominio global de Occidente. Este vínculo sienta una base para la cooperación militar y tecnológica, y ofrece a países del polo asiático una vía alternativa ante el orden liderado por EE. UU., erosionado entre otras cosas por políticas proteccionistas, tarifarias y aislacionistas.
Repercusiones globales y escenarios futuros
Para el mundo, este espectáculo es una advertencia. Señala que China se ve a sí misma como sucesor del discurso de posguerra, negándose a ser interlocutor secundario en un mundo liderado por polos occidentales. Taiwán reaccionó recordando que la paz no se defiende con cañones. La ausencia destacada de líderes occidentales denotó el distanciamiento creciente.

Para Noticias Internacionales en Viceversa, el desfile dota de material simbólico poderoso: desde geopolítica hasta identidad y rivalidad de superpotencias. Las fuerzas tácticas presentadas apuntan también a una militarización de la diplomacia, donde la fuerza proyectada sustituye al diálogo.
Desfile militar en China: redefinición del poder global
El desfile militar en China fue mucho más que una ceremonia: una manifestación en vivo del músculo del polo asiático, una redefinición del poder global impulsada por Xi Jinping, reforzada por la alianza con Putin y Kim Jong-un, y dirigida en gran parte al escenario internacional liderado por Estados Unidos. Este evento se inscribe en un momento clave de transición: China busca reemplazar al orden liberal occidental por un sistema multipolar.

Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Por qué es relevante este desfile militar en China?
Porque no solo celebra un acontecimiento histórico, sino que proyecta el ascenso del polo asiático liderado por Xi, Putin y Kim como un bloque geopolítico retador frente a Estados Unidos de América.
¿Qué armas nuevas se presentaron y qué implican?
Se mostraron misiles hipersónicos, drones submarinos, aviones J-20 y J-35A, misiles nucleares desde tierra, mar y aire —una “tríada nuclear” pública—, señal de avance militar estratégico.
¿Qué efectos tiene esto en la política global y en EE. UU.?
El desfile refuerza el mensaje de reconfiguración del orden global, incentivando una política de contención renovada por parte de EE UU., mientras China consolida su proyección de liderazgo alternativo.
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